jueves, 5 de mayo de 2011

LA MUJER EN ITALIA -primera parte-


“La belleza è uno degli ingredienti basillari del cinema di tutti i tempi”, decía Giacovelli, una idea que queremos pensar parte de la representación artística, del talento creativo, lejos de la percepción  aniquiladora de cierto cine que entiende el medio desde la perspectiva ostentosa de ensalzar los encantos femeninos con narraciones de mujeres negociables o consumibles, una siempre contra la otra, la virtud y el pecado. 

En España sabemos mucho de este cine, nos acompañó en la década de los 70 y en los 80, cuando la apertura en las postrimerías del franquismo se ocupó más de mostrar carne que de destapar la carnicería de cuarenta años de silencio. 

Tras un período de cierta tranquilidad en el que las bragas volvieron a  subirse,  los reyes del mambo se mostraron más que espabilados al advertir la televisión como el medio idóneo para recuperar a esa mujer consumible y aterrizaron en nuestro país y en nuestras pantallas más íntimas -aún siguen-, la de los hogares, con las reinas indiscutibles, las mamachicho, perpetuadas en la actualidad con personalidades diferentes en programas que las desnudan de cuerpo y alma, en programas que se autoproclaman experimentos sociológicos, en programas que las despojan de su identidad y las convierten en burdos pasatiempos bajo la mirada de todos.

Si no ahora, ¿cuándo?, se preguntan las mujeres italianas ante esa representación vulgar y grotesca. Porque las garras de ese absurdo se extienden, además, en su país, a las más altas esferas del poder; porque desde el podio se defiende un modelo cultural y social que se basa en el poder del cuerpo de la mujer como instrumento para la corrupción. 

“Vivimos en un país de rodillas, con una clase dirigente podrida, hecha de fantoches sin credibilidad”, dice Said, somalí de origen y ciudadana italiana, en la manifestación que se celebró el pasado 13 de febrero en 280 ciudades exigiendo dignidad y respeto para la mujer. "El berlusconismo es una patología porque considera que todo es comprable. Las mujeres debemos acabar con este sistema cancerígeno. Son las madres italianas quienes deben acabar con esa incultura que cree lícita cualquier ignominia para trepar, incluso entregar a sus vírgenes al dragón". 

Si no ahora, ¿cuándo? Nos preguntamos también nosotras en lo mucho que nos afecta ese compromiso social, que como decía Carmen, la protagonista de Nuestra Señora de la Soledad de Marcela Serrano, es indispensable para una sociedad donde las mujeres no sean canarios encerrados en una jaula de oro.

En el estudio, se encontrará con nosotras Martina Banchetti, dramaturga, directora teatral, actriz, una mujer italiana que no teme a las arrugas, una mujer que convierte con su obra Burlesconas la humillación en arte.

 Martina Banchetti en Burlesconas

La selección musical para esta semana contempla a las dos grandes, Mina Mazzini y Patty Pravo. La intro corre a cargo del Grande, grande, grande, de Mina, para continuar con la impresionante L'immenso de Patty. Portati via y L'importante è finire redondean la selección.

Puedes oír el programa clicando en el siguiente enlace:

PROGRAMA 03 LA MUJER EN ITALIA -primera parte-


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